Buenavista, Mich., 8 de septiembre de 2024.- Rutilio S., un hombre de 66 años de edad, originario de Las Paredes del Ahogado, en el municipio de Buenavista, es una de las víctimas de una narcomina.
Mientras cabalgaba hacia su rancho, una fuerte explosión lo lanzó al suelo, dejándolo inconsciente. Cuando el campesino despertó, vio que su caballo estaba muerto a su lado, desecho por el estallido.
Con heridas, Rutilio logró llegar a un hospital en Buenavista Tomatlán y, posteriormente fue trasladado a una clínica en Apatzingán. Su vida no corre peligro, pero su historia es un testimonio de la guerra sin cuartel que libran los grupos criminales en la Tierra Caliente.
La región marcada por la violencia y el miedo, los cárteles encontraron en las minas una nueva forma de aterrorizar a los ciudadanos ya que son colocadas en zonas rurales transitadas donde la muerte acecha a cada paso.
El fiscal de Michoacán, Adrián López Solís, admitió recientemente que la violencia en esta zona ha obligado a que muchas familias a abandonar sus hogares.
La población urge medidas eficientes para que haya tranquilidad en sus vidas y pueblo.