Morelia, Mich., 28 de junio de 2020.- La Comisión Estatal de los Derechos Humanos (CEDH) en Michoacán se suma al pronunciamiento de la Federación de Organismos Públicos de Derechos Humanos (FMOPDH) en rechazo a los discursos de odio hacia la comunidad LGBTTTIQ+ al considerarlos un ultraje a la dignidad humana.
El encargado de Despacho de la Presidencia, Uble Mejía Mora, externa su respaldo a la Comisión Estatal de Derechos Humanos del Estado de Morelos en sus actuaciones contra el Obispo de esa entidad, Ramón Castro Castro, que en una misa dominical aseguró que el COVID-19 es un llamado de Dios por el aborto, la violencia, la corrupción y la homosexualidad. Acción que le ha provocado al organismo defensor de los derechos humanos actos de intimidación y hostigamiento por la recomendación emitida al respecto.
En este día, 28 de junio, que se conmemora el Día Internacional del Orgullo LGBTTTIQ+, la CEDH Michoacán expresa su más enérgico rechazo a los discursos de odio, a la discriminación, exclusión y toda forma de violencia hacia los integrantes de esta comunidad, y reitera su compromiso en la protección y defensa de sus derechos humanos.
A continuación el pronunciamiento íntegro:
La Federación Mexicana de Organismos Públicos de Derechos Humanos (FMOPDH) considera que los mensajes religiosos con connotaciones de odio hacia las personas lesbianas, gays, bisexuales, transexuales, travestis, transgéneros, intersexuales, queer, asexuales y demás identidades y expresiones no binarias (LGBTTTIQA+), representan un ultraje a la dignidad humana toda vez que incitan a la violencia y la discriminación sistemática que se ha simbolizado a lo largo de la historia.
Los órganos garantes de la defensa y promoción de los derechos humanos que conforman a dicha Federación respaldan la investigación llevada a cabo por la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Morelos (CDHEM), por la cual se acreditó la violación de derechos humanos a través del discurso de odio emitido por una persona pública perteneciente a la Iglesia Católica.
Cabe mencionar que el pasado 22 de marzo, durante la misa dominical, el obispo de la Diócesis de Cuernavaca, Morelos, Ramón Castro Castro, aseguró que el COVID-19 es un llamado de Dios por el aborto, la violencia, la corrupción y la homosexualidad. En su momento, el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (CONAPRED) hizo un llamado para que, en el contexto de la actual emergencia sanitaria, las personas líderes de opinión, diversas iglesias y comunidades religiosas evitaran discursos basados en prejuicios y estereotipos que confundan y dividan a la población.
Respecto al tema de discursos de odio, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) emitió una Tesis Aislada en la que señaló: “los discursos de odio van más allá de la mera expresión de una idea o una opinión y, por el contrario, resultan una acción expresiva finalista que genera un clima de discriminación y violencia hacia las víctimas entre el público receptor, creando espacios de impunidad para las conductas violentas”.
En el mismo sentido, la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) ha señalado que la violencia ejercida por razones discriminatorias genera un impedimento o anulación en el reconocimiento, goce o ejercicio de los derechos, y puede dar lugar a crímenes de odio.
Por su parte, la Convención Interamericana contra toda forma de discriminación e intolerancia, señala que “una sociedad pluralista y democrática debe respetar la identidad cultural, lingüística, religiosa, de género y sexual de toda persona, que pertenezca o no a una minoría, y crear las condiciones que le permitan expresar, preservar y desarrollar su identidad”.
Es importante mencionar que la CIDH también ha reiterado que la libertad de expresión no es derecho absoluto. Como lo argumenta la CDHEM, en el Artículo 13.2 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, que prohíbe la censura previa, también prevé la posibilidad de exigir responsabilidades ulteriores por el ejercicio abusivo de este derecho.
En este contexto, la FMOPDH condena los actos de intimidación y hostigamiento que ha recibido la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Morelos por la emisión de su reciente Recomendación, así como los realizados en contra de la comunidad LGBTTTIQA+.
La Federación respalda la ardua labor de quienes integran la CDHEM, sobre todo, por no claudicar en la lucha por el respeto a los derechos de las personas LGBTTTIQA+ en la entidad. Las instituciones en un Estado laico deben garantizar y respetar el derecho a la libertad religiosa y la libertad de culto, así como pronunciarse cuando un acto o discurso vulnere los derechos humanos.
En ese sentido, la FMOPDH hace un enérgico llamado a las autoridades de los tres niveles de gobierno, particularmente al Gobierno del Estado de Morelos, y sociedad para superar el clima de violencia a través de mensajes públicos; por el contrario, nuestro país necesita más que nunca discursos incluyentes a que nos reconozcamos personas sin excepción a sus particularidades, condiciones, orientaciones, identidades y demás cualidades que identifica la personería de una población.